Por: Pablo Rolon Gutierrez / Pablo Alejandro Navarro Ureña
Edición Octubre 2023 - Semana 1 / Jóvenes Su Periódico Digital
La generación de desechos y las anomalías congénitas son dos realidades que impactan profundamente en la salud y el bienestar de la sociedad moderna. En primer lugar, la generación de desechos se ha convertido en un problema global de proporciones alarmantes. A medida que la población mundial crece y las actividades industriales y de consumo se expanden, la cantidad de residuos producidos aumenta de manera exponencial. Esta tendencia plantea preocupaciones ambientales significativas, ya que la gestión inadecuada de los desechos puede dar lugar a la contaminación del aire, el agua y el suelo, así como a la degradación de los ecosistemas naturales.
Por otro lado, las anomalías congénitas representan un desafío en el ámbito de la salud pública. Estas condiciones médicas, presentes desde el nacimiento, pueden variar en gravedad y afectar el desarrollo físico o funcional de un individuo a lo largo de toda su vida. A menudo, las anomalías congénitas son el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, lo que subraya la importancia de entender y abordar estos dos aspectos en conjunto.
En esta investigación, exploraremos la intersección entre la generación de desechos y las anomalías congénitas, analizando cómo la exposición a ciertos contaminantes ambientales derivados de la gestión inapropiada de los desechos puede aumentar el riesgo de anomalías congénitas en los seres humanos. También consideraremos la importancia de adoptar prácticas de gestión de residuos más sostenibles como parte de una estrategia integral para proteger la salud pública y preservar nuestro entorno natural. En conclusión, esta investigación destaca la necesidad de abordar estos desafíos de manera conjunta para promover un futuro más saludable y sostenible para las generaciones venideras.
La generación de residuos es un proceso del cual el ser humano es el principal participante, mediante sus actividades comunes y/o básicas, como la preparación o consumo de alimentos, hasta procesos productivos que generan residuos los cuales deben ser gestionados dependiendo de su potencialidad o de aprovechamiento lo que con lleva a la contaminación y/o alteraciones de las esferas ambientales y a quienes las componemos.
Una anomalía congénita es un problema que afecta a cómo se forman las partes de cuerpo de un bebé y/o a cómo funcionan. El bebé nace con un problema, pero es posible que este se manifieste después. A veces, se trata de problemas hereditarios trasmitidos en el seno de la mama.
La importancia de la producción responsable de los productos de las empresas farmacéuticas
La producción responsable fue desarrollada para mejorar la gestión de los riesgos químicos en las pequeñas, medianas y grandes empresas, al igual para incrementar la seguridad general y reducir las emergencias químicas y el impacto ambiental, social y económico que ellas causan, lo cual se logra brindando ayuda a las compañías para tratar los peligros y riesgos relacionados con la fabricación, el procesamiento y el manejo de sustancias químicas en sus operaciones.
Brinda orientación sobre la comprensión de los peligros, el control y la prevención de la exposición a sustancias peligrosas, reduciendo los riesgos de accidentes y logrando la participación de las partes interesadas. También promueve el control del manejo de productos químicos mediante la planificación, gestión y comunicación de los riesgos.
Principales contaminantes de las empresas farmacéuticas
Compuestos orgánicos alifáticos o aromáticos: Alcanos, alcoholes, cetonas, ésteres y tolueno.
Organohalogenados: Compuestos de carbono que presentan en su estructura molecular un halógeno, generalmente cloro.
Metales pesados: Níquel, paladio o como oxidantes (manganeso, cromo).
Cianuros: Suelen emplearse como catalizadores y como reactivos en síntesis química.
Compuestos de nitrógeno-fósforo: Generalmente se introducen en el proceso de fermentación como nutrientes.
Ácidos y bases: Se utilizan como disolventes acuosos, medios de reacción y extracción, etcétera.
Materia orgánica de origen biológico: En procesos de extracción natural proviene de la materia vegetal o animal de partida.
Compuestos organometálicos: Se usan como reactivos en procesos de síntesis química.
¿Cuáles son los principales contaminantes de las empresas que causan daño directo sobre los productos?
La contaminación del aire se produce debido a emisiones de vehículos e industrias, aerosoles, polvo, ruido, olores desagradables y radiación atómica. Los contaminantes gaseosos comunes incluyen dióxido de carbono, monóxido de carbono, hidrocarburos, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre y ozono. Esto se debe principalmente a la quema de combustibles fósiles en la industria y el transporte.
La contaminación del agua se refiere a la alteración de la composición del agua de manera que no sea segura para el consumo humano y animal. Los contaminantes en el agua incluyen petróleo, pesticidas, detergentes y otros productos químicos
perjudiciales, generalmente vertidos desde fuentes urbanas e industriales, afectando ríos, mantos acuíferos y mares.
La contaminación del suelo ocurre cuando se arrojan sustancias químicas y desechos. La acumulación de basura al aire libre puede llevar a la filtración de residuos orgánicos en el suelo, contaminándolo y afectando tanto al suelo como a las aguas superficiales y subterráneas en contacto con él, lo que a su vez afecta a las cadenas alimenticias.
¿A dónde van los desechos químicos de estas empresas?
Una vez que caducan los medicamentos que no se usan ya sea en los hogares, en el sistema de salud o en la industria farmacéutica se desechan directamente a los residuos municipales o al drenaje lo que termina en el océano y provoca muchos daños al ecosistema y a los animales marítimos.
Consecuencias en el ambiente
La gestión inadecuada de los desechos está produciendo la contaminación de los océanos, obstruyendo los drenajes y causando inundaciones, transmitiendo enfermedades, aumentando los afecciones respiratorias por causa de la quema, perjudicando a los animales que consumen desperdicios, deteriora el paisaje, mayor riesgo de incendios, aumenta las emociones de gases de efecto invernadero provocando un cambio climático y ocupa mucho espacio.
¿Cómo se ponen en contacto estas sustancias toxicas con las personas y de manera particular con las mujeres embarazadas?
La exposición a productos químicos tóxicos durante el embarazo es un tema de gran preocupación debido a las graves consecuencias que puede tener en el desarrollo fetal. Es importante señalar que las mujeres embarazadas generalmente
no se ponen en contacto directo con desechos tóxicos de empresas farmacéuticas de manera deliberada o intencional. En lugar de eso, la exposición a estos desechos puede ocurrir de manera indirecta y muchas veces involuntaria a través de diversas rutas. Aquí presentamos algunas formas en las que esto podría suceder:
1. Contaminación ambiental: La liberación inadecuada de desechos tóxicos por parte de empresas farmacéuticas en el medio ambiente puede dar lugar a la contaminación del aire y del agua en las áreas circundantes. Las mujeres embarazadas que viven o trabajan en estas áreas podrían inhalar contaminantes atmosféricos o consumir agua contaminada, lo que podría exponerlas a sustancias químicas tóxicas.
2. Entorno laboral: Aquellas mujeres que trabajan en la industria farmacéutica pueden estar en riesgo de exposición directa a productos químicos tóxicos en su lugar de trabajo. Esto podría ocurrir durante la manipulación, fabricación o eliminación de productos químicos y desechos peligrosos.
3. Consumo de medicamentos: Si una mujer embarazada toma medicamentos recetados o de venta libre fabricados por empresas farmacéuticas que contienen ingredientes tóxicos o que han sido contaminados durante el proceso de fabricación, podría exponerse a productos químicos dañinos.
¿En cuál etapa del desarrollo gestacional es más peligrosos que las madres tengan contacto con sustancias químicas?
La etapa del desarrollo gestacional en la que una exposición a desechos químicos es más peligrosa o tiene un mayor potencial de afectar al feto puede variar según el tipo de sustancia química, su nivel de toxicidad y la cantidad de exposición. Sin embargo, se considera que especialmente en el primer trimestre, es el más crítico y sensible para el desarrollo fetal y el riesgo de este.
Razones de porque es tan peligroso en el primer trimestre:
1. Desarrollo temprano de órganos y sistemas: Durante el primer trimestre del embarazo, se forman y desarrollan muchos de los órganos y sistemas principales del feto, incluyendo el cerebro, el corazón, el sistema nervioso y los órganos sensoriales.
2. Placenta en desarrollo: En las primeras semanas del embarazo, la placenta aún está en proceso de formación y no es completamente eficiente en la protección del feto contra sustancias tóxicas. A medida que avanza el embarazo, la placenta se vuelve más efectiva para filtrar sustancias dañinas, pero esto lleva tiempo.
3. Diferenciación celular: En las etapas iniciales del desarrollo fetal, las células se están diferenciando y especializando para formar tejidos y órganos específicos. La exposición a sustancias químicas tóxicas en este momento puede interrumpir este proceso y resultar en malformaciones congénitas.
¿De qué manera modifican el desarrollo embrionario o fetal las sustancias químicas?
La exposición a estos desechos puede tener un impacto profundo y perjudicial en el desarrollo del feto.
Uno de los riesgos más alarmantes es la capacidad de algunos productos químicos para actuar como teratógenos, lo que significa que tienen el potencial de causar malformaciones congénitas en el feto. Estas malformaciones pueden abarcar una amplia gama de problemas de salud, desde anomalías estructurales en órganos y extremidades hasta daños en el sistema nervioso central.
Ejemplos de teratógenos conocidos incluyen ciertos medicamentos, como la talidomida, que causó deformidades graves en bebés en la década de 1960. Además de las malformaciones congénitas, la exposición a toxinas ambientales durante el embarazo también se ha relacionado con un mayor riesgo de otros problemas de salud en el bebé. Uno de estos riesgos es el parto prematuro, donde el bebé nace antes de que se haya completado su desarrollo adecuado. Los bebés prematuros a menudo enfrentan una serie de desafíos de salud, ya que sus órganos y sistemas pueden no estar completamente preparados para la vida fuera del útero.
Otro riesgo es el bajo peso al nacer, lo que significa que el bebé nace con un peso inferior al considerado saludable para su edad gestacional. Los bebés con bajo peso al nacer pueden experimentar dificultades en el desarrollo, problemas de salud a largo plazo y un mayor riesgo de complicaciones médicas. Además de estos riesgos evidentes, la exposición prenatal a productos químicos tóxicos también se ha relacionado con un mayor riesgo de trastornos del desarrollo neurológico, como el trastorno del espectro autista (TEA) y déficits cognitivos en la infancia. Estos problemas pueden tener un impacto duradero en el niño y pueden requerir una atención médica y terapéutica significativa a lo largo de su vida.
Pablo Rolon Gutierrez:
La generación de residuos químicos en nuestras actividades diarias y en la industria farmacéutica es un problema serio que conlleva riesgos significativos para el medio ambiente y la salud pública. Esta situación subraya la necesidad urgente de abordar la gestión de residuos de manera más responsable y sostenible. La gestión inadecuada de estos desechos puede dar lugar a la contaminación del aire, agua y suelo, lo que a su vez afecta negativamente a la salud de las personas, la biodiversidad y la calidad de vida de las comunidades locales. Es imperativo que la sociedad en su conjunto tome medidas para reducir la generación de residuos químicos y promover prácticas de reciclaje y eliminación segura.
Pablo Alejandro Navarro Ureña:
La producción responsable por parte de las empresas farmacéuticas es un componente esencial para reducir el impacto de los residuos químicos en el medio ambiente y en la salud humana. Estas empresas tienen la responsabilidad de implementar medidas rigurosas de control y manejo de sustancias químicas en sus operaciones, así como de invertir en tecnologías más limpias y procesos de producción más sostenibles. Además, deben colaborar estrechamente con las autoridades regulatorias y las comunidades locales para garantizar una gestión adecuada de los residuos peligrosos. La producción responsable no solo es un imperativo ético, sino también una inversión a largo plazo en la salud del planeta y la confianza del público en la industria farmacéutica.
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